EEUU ha encontrado una nueva forma de torpedear a China. El problema es que se lleva por delante a Corea del Sur

EEUU ha encontrado una nueva forma de torpedear a China. El problema es que se lleva por delante a Corea del Sur

Se acabó la tregua. EEUU no quiere que los equipos de fabricación de circuitos integrados que recurren a tecnologías e innovaciones estadounidenses lleguen a China. Ni siquiera a las fábricas de chips que no pertenecen a compañías chinas. En 2022 el Departamento de Comercio de EEUU concedió una exención temporal a varios fabricantes de semiconductores extranjeros que tienen plantas en China para que pudiesen equipar sus instalaciones con las máquinas que necesitaban. Pero este periodo de permisividad ha expirado.

En adelante cualquier fabricante de chips que tenga plantas en China tendrá que solicitar una licencia al Departamento de Comercio de EEUU para poder instalar en sus fábricas máquinas con componentes o tecnologías estadounidenses. Intel ha vendido su planta de Dalian (China), por lo que esta medida ya no le afecta. Sin embargo, hay dos compañías surcoreanas de una enorme relevancia en la industria de los semiconductores cuyo negocio puede verse profundamente condicionado por las restricciones impuestas por EEUU: Samsung y SK Hynix.

La respuesta del Departamento de Comercio no es tranquilizadora

Estas dos empresas de Corea del Sur necesitan enviar nuevas máquinas de fabricación de circuitos integrados a sus plantas de China para proteger su competitividad, y sin el beneplácito de la Administración estadounidense no pueden hacerlo. Los equipos de litografía que fabrica ASML incorporan tecnologías estadounidenses (la fuente de luz ultravioleta de las máquinas UVE y UVP la produce la empresa de origen californiano Cymer, que ahora está integrada en ASML). Y presumiblemente los equipos litográficos de Tokyo Electron, Nikon y Canon también, lo que confiere a EEUU la potestad de controlar qué países pueden utilizar esta tecnología.

El Departamento de Comercio ha advertido que no va a conceder licencias que persigan expandir la capacidad de producción en China o actualizar la tecnología existente

El Departamento de Comercio ha anticipado que entregará las licencias necesarias para que los fabricantes de chips extranjeros puedan seguir operando sus plantas de China. Las restricciones comenzarán en 120 días, por lo que estas empresas todavía tienen algo de margen para reaccionar. No obstante, en su comunicado el Departamento de Comercio también ha advertido que no va a conceder licencias que persigan expandir la capacidad de producción en China o actualizar la tecnología existente.

Para Samsung y SK Hynix esta limitación representa un problema grave. Samsung produce chips NAND Flash en Xian, y SK Hynix fabrica circuitos integrados DRAM en Wuxi y NAND Flash en Dalian. Equipar estas plantas con equipos de vanguardia puede marcar la diferencia en su negocio.

Lo que persigue el Gobierno de EEUU con esta medida es minimizar el riesgo de que los equipos de litografía y procesamiento de obleas de vanguardia que fabrican ASML, Applied Materials o Tokyo Electron caigan en las manos de China. Además, estas restricciones dificultan que los chips de vanguardia que producen Samsung y SK Hynix lleguen a la cadena de distribución de China. Un portavoz del Ministerio de Comercio de China ha declarado que «Pekín se opone a esta medida de EEUU y tomará las medidas que sean necesarias para salvaguardar los derechos y los intereses legítimos de las empresas». Por otro lado, el Gobierno de Corea del Sur está negociando con su homólogo estadounidense para proteger el negocio de sus compañías en China.

Imagen | ASML

Más información | Reuters | Nikkei Asia

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EEUU ha encontrado una nueva forma de torpedear a China. El problema es que se lleva por delante a Corea del Sur

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Juan Carlos López

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